ñam!
No pararé hasta que la historia de Adán y Eva se nos cuente desde la perspectiva de la manzana. ¿Qué sintió cuando la mordieron? ¿Qué le pasó después? ¡A ella qué le importaba esa historia del pecado original! Un asunto de pareja, en el que mejor no inmiscuirse, salvo ser serpiente y pagar el pato. Pero, ¿y la manzana qué? Ella carecía de toda intención maligna. Se limitaba a colgar del árbol, de la sabiduría por supuesto. ¿Hay algún árbol tonto? ¡Cómo no va a ser sabio algo que se limita a nacer y crecer! Pero a ella la mordieron, ¡vive el cielo! Se llevó, sin merecerlo, el primer dolor. Y además, después, otros vinieron y mordieron en la impunidad y el pecado dejó de ser original. Yo le hubiera evitado el dolor a la manzana, mordiendo directamente a Eva en el cuello.
1 Comments:
creo que hicieron sidra con ella, y cuando la escanciaron, tal fue la hostia que se dieron sus moléculas contra el cristal que murió.
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pichulines, at miércoles, julio 27, 2005 2:51:00 p. m.
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